domingo, 3 de junio de 2012

Dinero

En el futuro, cuando todo hombre y toda mujer sean perfectos, cuando se hayan extinguido las feas y los calvos, y todo el mundo tenga una cara y un cuerpo ideales tal y como debe ser, tal como la tele dice,... entonces, ¿pagarán los más ricos por complicadas y costosas operaciones para afearse, quitarse tetas o pelo? Y lo que es más, ¿sentirán envidia de ellos los ciudadanos de a pie, tan poco originales en su perfección?

¿Se pagarán millonadas por viejos libros impresos en papel? ¿Y por un gramo de Níquel? ¿Y por un salmón fresco?

Solo cuando hayas pescado el último pez, sólo cuando sea talado el último árbol, sólo cuando se contamine el último río, te darás cuenta de que el dinero no se puede comer.

Un número de Dinero, del gran Miguel Brieva (Clismón)

domingo, 20 de mayo de 2012

El sentido de la vida

Mirar caer la lluvia tiene una consecuencia parecida a la del mar cuando lo observas. Te pone a pensar. Si pensara, por poner un ejemplo, en el sentido de la vida, se me vendrían a la cabeza dos cosas. Una la tronchante y peculiar película de Monthy Pyton, y la otra, un misterio insondable.

El sentido de la vida...Cabría ponerse a pensar mirando la lluvia que la vida no tiene ningún sentido, que los seres que tienen vida repiten un ciclo una y otra vez desde el principio de los tiempos: nacen, crecen, normalmente se reproducen, e inevitablemente mueren. Y los seres humanos son unos seres vivos con el mismo origen que los demás. ¿Tiene sentido la vida de un gorrión?¿Tiene un sentido la vida de una margarita en el campo?¿Tiene sentido la vida de un humano en una ciudad? ¿O únicamente son seres que la química y la física hacen aparecer, crecer y luego desaparecer, sin más? ¿El hecho de que el hombre haya llegado a un nivel de inteligencia infinitamente superior al de los demás seres hace de por sí que aquel tenga una naturaleza diferente a la de éstos?

Las respuestas pueden perfectamente ser que no. Que la vida no tiene ningún sentido específico o especial, más allá de alargarse lo que pueda. El humano queda huérfano de explicación, puesto que el humano no puede aceptar su existencia solo por que sí, y en ese momento la cuestión se resume a la capacidad de cada individuo de crear un sentido para su vida, de decidir qué es lo que va a explicar su presencia en el planeta.

Llegado este punto, la mayor parte opta por una solución rápida y competitiva: un ser superior, extracorpóreo e invisible, se ha encargado de poner todo donde está. De ahí nuestra presencia. Según la parte del mundo en que el individuo haya nacido, le dará distinto nombre, una forma de representación diferente, o incluso lo convertirá en varios seres superiores organizados, pero la solución es la misma. (Se podría apuntar aquí que ésta solución era la misma que pensaron los primeros humanos ya miles de años atrás).

Muchos otros se quedan con lo básico, el luchar por sobrevivir y perpetuar la especie es de por sí el sentido de nuestra existencia, y no hay que por qué darle más vueltas. Me parece justo, una solución simple y de poco quebradero de cabeza. Por otro lado, una vida extraterrestre más evolucionada que nos vigila puede ser otra solución, algo más complicada, pero que convenza a unos cuantos.

Para mí el misterio sigue ahí, y no se por qué, pero no me vale utilizar una de esas explicaciones simples que han venido dando paz a tantas generaciones anteriores. Supongo que de momento vale, como dijo Descartes, con estar buscando la solución...¿o no?


El sentido de la vida puede ser comer, como piensa el señor Creosota en la peli de Monty Phyton



domingo, 6 de mayo de 2012

Un equipo único

El club de baloncesto Estudiantes es uno de los fundadores de la liga española de baloncesto, un clásico que nunca ha dejado de estar en la élite, un equipo con sede en un colegio, un club sin recursos económicos que ha sobrevivido muchas veces gracias a los chavales de su cantera, del patio del colegio.


Hoy el Estudiantes ha bajado a segunda categoría por primera vez en su ya larga historia. Y sus aficionados, encabezados por la inimitable Demencia, lo han despedido de la cancha entre aplausos y gritos de "¡Estu-diantes!", "Somos un equipo de patio de colegio", y un lema que pocos podrían hacer suyo sin que dejase de ser cierto: "el Estudiantes somos nosotros".


Eso es, esa es la razón por la que el Estudiantes podrá jugar en segunda, o en tercera, y sin embargo será siempre un clásico, un equipo de la élite, un equipo al que se puede querer. La filosofía de jugar, perder, o ganar, desde el placer puro y simple de la diversión a través del baloncesto. Somos el primer equipo de Madrid.


Parte de la Demencia en las gradas de Vistalegre

domingo, 29 de abril de 2012

una noticia del año pasado

La crisis humana en el Cuerno de África dejó a finales de 2011 un millón y medio de personas desplazadas en el interior de Somalia, y un millón mas de refugiados en los países colindantes Kenia, Etiopía, Yemen y Eritrea.


Sería de esperar que tal cantidad de personas en peligro de muerte atrajeran la atención del mundo, teniendo en cuenta además que las penurias actuales son resultado de más de 20 años de guerra civil alentada por los habituales tejemanejes estadounidenses, que aprovechando que lideraba la misión de paz de la ONU enviada a Somalia en los primeros noventa, se había asignado derechos de explotación petrolera sobre dos tercios del país.
La guerra, combinada con la sequía extrema y la subida desorbitada del precio de los alimentos, ha dejado cientos de miles de muertos y refugiados. Y por supuesto la catástrofe humanitaria no ha remitido. 


Pero sin embargo, en el cuarto mes del 2012, es muy difícil localizar a través de una búsqueda en Google una noticia acerca de una de las más devastadoras crisis de la historia humana contemporánea. ¿Cómo puede esto ser posible?


Pues por terriblemente triste que sea, esto es así simple y llanamente porque esta fue una noticia del año pasado. Como la captura de Bin Laden, como el terremoto de Japón, la primavera árabe o el movimiento popular de mayo en Madrid. 




http://www.acnur.es/quienes-somos/como-ayudar

domingo, 22 de abril de 2012

como el comer

Como solo lo que puedo comer.
Un año ha sido de espera
y varios meses de remate,
mientras aguanto tengo
hamburguesa de acicate.
Ya falta menos amigos.



domingo, 11 de marzo de 2012

buscando un momento


Llegué a la piscina a eso de las once de la noche. Baig tenía turno nocturno aquel fin de semana. Los jodidos ricos y sus piscinas, alguien tenía que quedarse vigilando por las noches, no podían dejar que los chavales de las barriadas cercanas se dieran un baño gratis. A Baig le tocaba vigilar a los gamberros que se querían colar. Y nosotros le hacíamos compañía, al menos unas horas, antes de dejarle sólo, cuando él luchaba por no quedarse dormido mientras escuchaba los ruidos de la noche.


Aquel día alguien había traído material. Tomamos algunas cervezas, nos reímos, nos bañamos. Encontramos artilugios extraños en el cuarto de la enfermera, y en el cuarto de los trastos. Había realmente de todo en el cuarto de los trastos. Nos reíamos mucho y teníamos todo para nosotros, eran buenos ratos. El hermano de Baig hacía también turnos de noche pero ese día libraba, así que se ofreció a llevarse a los chicos a casa. Al día siguiente tenía que levantarme pronto y coger la carretera, había hablado con viejos compañeros de ir juntos a algún sitio. Siempre estábamos hablando de ir a sitios, pero aquella vez iba en serio. Decidí que también debía irme a casa y dormir un rato.




Me despedí de los chicos y me volví hacia la vieja Suzuki de mi padre. Quería a esa moto, joder. Arranqué el motor, y me centré un poco antes de ponerme en marcha. Aquella cálida noche de agosto no podía ser mejor para un paseo por las calles desiertas. El viento chocaba en mis brazos desnudos mientras sentía la velocidad y la emoción de las curvas. Ir en moto era lo mejor que había en el mundo. Disfruté ese momento.

De repente no había carretera delante de mí. El golpe fue seco, y la moto se quedó donde estaba. Mi cuerpo voló unos metros y luego rodó otros pocos, antes de detenerse junto a la acera. Primero moví un dedo, luego todos los demás. Ninguno me dolía, y tampoco las piernas. Pensé en los segundos en que había estado en el aire. Recordaba haber tenido tiempo de pensar "¡mierda, la he cagado!", antes de dejar de dar vueltas.

No había nadie cerca. Me levanté y me quité el casco. Sabía que el primer golpe contra el suelo había sido con la cabeza. Me miré las heridas, había quemaduras muy feas pero nada grave. Dejé la moto apoyada en una farola y comencé a caminar hacia casa.

La música me ayudó a tranquilizarme. Siempre llevaba encima buenas canciones. Billie Joe comenzó a cantar Boulevard of Broken Dreams. Me identifiqué muy rápidamente con lo que decía. "I walk this empty street , on the Boulevard of Broken Dreams. When the city sleeps and I'm the only one, and I walk alone". Joder, aquella calle desierta y el cabrón de Billie cantando eso...me sentí triste y sólo esa noche. Se me clavó en la mente ese momento.



domingo, 4 de marzo de 2012

el día histórico que casi nadie vio

Existen historias de ayer que hoy son ya leyendas. Hechos que una vez ocurrieron pero que ahora son mitos, leyendas de la antigüedad. Y no es el paso del tiempo el único en combatir los recuerdos de la humanidad y convertirlos en meros cuentos fantásticos.
Es también lo irreal que hay en las grandes hazañas del pasado lo que las hace desplazarse muy poco a poco, y de manera casi inapreciable, desde los libros de historia hasta el imaginario popular. Es fácil dejarse llevar por las voluptuosas hadas de la imaginación, pero hay que saber distinguir los cuentos de la realidad, por muy pretérita e inconcebible que ésta sea.


En este sentido, hay varias historias que pueden ejemplificar este paso de la realidad al mito. Todas ocurrieron hace mucho tiempo.Pero hay una historia en particular que ocurrió en la segunda mitad del siglo XX, y sin embargo desprende el mismo aroma inconfundible a leyenda, a cuento.


En marzo de 1962, en Hersey, Pensilvania, un jugador de baloncesto llamado Wilt Chamberlain anotó 100 puntos en un solo partido de liga sin prórrogas. El atormentado rival eran los Knicks de Nueva York, pero aún asi no habia prensa neoyorkina en el campo aquel día. Apenas algún reportero y fotógrafos locales tomaron pruebas de la celebración de aquel partido.
La liga nacional de baloncesto era entonces un evento semi-desconocido en los Estados Unidos, y desde luego no del todo "nacional", puesto que los equipos participantes se concentraban cerca de la costa este. La NBA no era considerada una de las Grandes Ligas, y fue en estas circunstancias que aquel partido no fue televisado, y solo una emisora de radio local de Philadelphia retransmitió el encuentro.


Unos 4.120 espectadores, unos cuantos trabajadores del los Philadelphia Warriors, dos fotógrafos, y un speaker que ya es histórico, fueron los únicos testigos de un partido de baloncesto que quedó guardado de forma muy brumosa e inexacta en los libros de recuerdos. Chamberlain, The Big Dipper, anotó 100 puntos, un récord inimaginable entonces, y ahora, y una proeza digna de los mejores cuentos de hadas. Cuando llegó a los 98 puntos, a falta de poco más de un minuto para el final del partido, todo el mundo gritaba ya que se la dieran, que metiera los dos puntos que faltaban. Los rivales habían estado intentando hacer faltas a sus compañeros para evitar que él anotase más. Pero al final también se habían rendido. No hubo faltas mientras los Warriors se la daban a Wilt una vez, fuera, otra vez, fuera, una tercera vez, dentro. La gente saltó al campo buscando al héroe, el partido se detuvo durante unos 9 minutos antes de poderse jugar los cuarenta y tantos segundos que aún quedaban por jugarse.


Con el tiempo, los datos han ido aflorando, y sesudos investigadores han podido reconstruir lo que ocurrió aquella noche. Pero aún así no hay imágenes. No hay ni un segundo de vídeo, y apenas dos o tres fotografías de Wilt aquella noche. Fotografías que son piezas de museo y que, aunque sean vistas mil veces, siguen representando el débil lazo que une aquel día mágico con el mundo real.


Lo fascinante del caso es que solo unas 4.200 personas pudieron vivir aquello en directo, y sin embargo se cuentan por millares los que afirman o afirmaron haber estado allí. Haber vivido el día histórico en que un deportista creció desde los dos metros quince hasta la talla de un gigante.


2 de Marzo de 1962. 
Chamberlain abandona la cancha en la que anotó 100 puntos



domingo, 12 de febrero de 2012

three blind mice

Un ratón, ...y otros dos..., mira como corren, mira como corren...


Ya la traducción de la letra de esta canción infantil que da nombre a la obra de Agatha  Christie me resulta incómoda, como si fuera demasiado forzada.
La misma impresión me ha quedado con el resto de la obra "La Ratonera", que se exhibe en el Muñoz Seca. Varios de los actores tienen interpretaciones muy forzadas, alguna hasta sobreactuada, yo diría incluso que alguno de ellos está muy regular, tirando a mal. 
Pero aún así, lo que menos me ha gustado ha sido la manera en que se resuelve la obra, es decir el misterio, que es lo que mueve todo el desarrollo de la historia. Supongo que la culpa se la tengo que adjudicar al director. 
En todo caso, mi humilde crítica no puede ser otra cosa que negativa, aún lamentándolo mucho por el cariño generalizado que les tengo a teatros y teatreros...
La oferta en Madrid es amplia y de calidad, así que paso página y espero que la próxima me deje algo mas calentito. Y no hablo del grado negativo que hacía de temperatura al salir, aunque eso tampoco ayuda. 
Nos vemos el el teatro.

domingo, 29 de enero de 2012

de toda la vida

Al tipo lo llaman Humo, algunos le siguen llamando Rubén, y le recuerdo como mi amigo más antiguo. Tan antiguo como que llevamos siendo amigos desde que tengo memoria, sin exageración. Eso puede hacer un total de...¿veintitrés años? La verdad es que no sé cuándo empieza mi memoria, es demasiado difusa. 


Fuimos compañeros de clase desde preescolar hasta terminar la EGB. Compañeros de futbolines desde entonces hasta terminar COU. Toda la vida siendo vecinos, él en el quinto y yo en el tercero. Y por si fuera poco mi madre fue mucho tiempo compañera de trabajo de su padre. Innumerables tardes después del colegio las pasamos juntos en mi casa. O en la suya.

Con este tipo me mandaban al cole mis padres en autobús cuando éramos dos mocosos de sólo 12 años; estuvimos años y años yendo y viniendo en la mítica línea del 109 y luego en el metro, a veces con más gente, luego con más colegas del barrio, después de haber perdido horas y horas en los Sevilla, pero casi siempre los dos juntos.
Incluso, cuando estábamos en quinto, ¡fue mi profesor de caligrafía!; el profesor de verdad tuvo la brillante idea de que los que mejor escribían de la clase enseñaran a los torpes con manitas de cerdo a los que no entendía la letra...Otros recuerdos me llevan a partidos de chapas que siempre me ganaba, a cumpleaños en el jardín de detrás de nuestra casa, a su antiquísimo 386 con el que hicimos juntos el que fue el primer trabajo del colegio que hice por ordenador, al sótano de la casa de Víctor Roncero dónde éste nos enseñó el primer porno que vi en mi vida...

Infinitas cosas hemos pasado creciendo juntos...pero también recuerdo, ya más mayorcitos, nuestras primeras juergas por Coslada y por Alonso, nuestros primeros viajes, la locura de Gandía, y todo lo demás...La vida universitaria que nos llevaba por caminos más separados, pero que siempre convergían lo suficiente. Y seguir quedando en el portal de casa para bajar al metro, fuéramos a dónde fuéramos.

Ahora ya ha cumplido 29 tacos y cada vez somos más mayores, pero ahí seguimos, avanzando sin perdernos de vista. Te deseo un feliz cumpleaños, compañero, y que los sigamos celebrando juntos por mucho tiempo.

domingo, 15 de enero de 2012

el parón navideño

Me parece a ratos que eso de pensar descansa a menudo en esta rara época que es la Navidad. Y eso que la Navidad da para pensar, y mucho.

Una vez al año apartamos la cortina de la realidad y creemos ver luz y brillantes. Pero, si nos fijamos más detenidamente, podremos observar que lo que parecían perlas preciosas no son más que viejas conchas de tellinas.


Je suis dada. Madrid, Diciembre 2010