domingo, 29 de enero de 2012

de toda la vida

Al tipo lo llaman Humo, algunos le siguen llamando Rubén, y le recuerdo como mi amigo más antiguo. Tan antiguo como que llevamos siendo amigos desde que tengo memoria, sin exageración. Eso puede hacer un total de...¿veintitrés años? La verdad es que no sé cuándo empieza mi memoria, es demasiado difusa. 


Fuimos compañeros de clase desde preescolar hasta terminar la EGB. Compañeros de futbolines desde entonces hasta terminar COU. Toda la vida siendo vecinos, él en el quinto y yo en el tercero. Y por si fuera poco mi madre fue mucho tiempo compañera de trabajo de su padre. Innumerables tardes después del colegio las pasamos juntos en mi casa. O en la suya.

Con este tipo me mandaban al cole mis padres en autobús cuando éramos dos mocosos de sólo 12 años; estuvimos años y años yendo y viniendo en la mítica línea del 109 y luego en el metro, a veces con más gente, luego con más colegas del barrio, después de haber perdido horas y horas en los Sevilla, pero casi siempre los dos juntos.
Incluso, cuando estábamos en quinto, ¡fue mi profesor de caligrafía!; el profesor de verdad tuvo la brillante idea de que los que mejor escribían de la clase enseñaran a los torpes con manitas de cerdo a los que no entendía la letra...Otros recuerdos me llevan a partidos de chapas que siempre me ganaba, a cumpleaños en el jardín de detrás de nuestra casa, a su antiquísimo 386 con el que hicimos juntos el que fue el primer trabajo del colegio que hice por ordenador, al sótano de la casa de Víctor Roncero dónde éste nos enseñó el primer porno que vi en mi vida...

Infinitas cosas hemos pasado creciendo juntos...pero también recuerdo, ya más mayorcitos, nuestras primeras juergas por Coslada y por Alonso, nuestros primeros viajes, la locura de Gandía, y todo lo demás...La vida universitaria que nos llevaba por caminos más separados, pero que siempre convergían lo suficiente. Y seguir quedando en el portal de casa para bajar al metro, fuéramos a dónde fuéramos.

Ahora ya ha cumplido 29 tacos y cada vez somos más mayores, pero ahí seguimos, avanzando sin perdernos de vista. Te deseo un feliz cumpleaños, compañero, y que los sigamos celebrando juntos por mucho tiempo.

domingo, 15 de enero de 2012

el parón navideño

Me parece a ratos que eso de pensar descansa a menudo en esta rara época que es la Navidad. Y eso que la Navidad da para pensar, y mucho.

Una vez al año apartamos la cortina de la realidad y creemos ver luz y brillantes. Pero, si nos fijamos más detenidamente, podremos observar que lo que parecían perlas preciosas no son más que viejas conchas de tellinas.


Je suis dada. Madrid, Diciembre 2010