domingo, 16 de febrero de 2014

Hoop Dreams (parte II)

Era un sueño realmente largo. Un día Will estaba hablando con algunos compañeros de clase, cuando alguien dijo algo que cambió por completo la forma en que  Joe captaba lo que estaba ocurriendo:
“Tenía firmada una beca para cuatro años, tío, le habían ofrecido pagarlo todo durante los cuatro años, y ahora de repente no le quieren“ –;  -“menuda mierda, colega, esa gente de las escuelas caras es peor que los banqueros, solo quieren ganar toda la pasta que puedan, y su juego somos nosotros“ – respondía otro .-  “ya te digo, además soltando el rollo de la mala perspectiva académica y tal, cuando todo el mundo sabe que ha sido por la puta rodilla“ -  dijo un tercero - “el año pasado cuando vinieron a verle les importaba un carajo sus notas, con tal de que hiciera algo y viniese a clase sabian que acabaría pasando de curso“ .
Poco tiempo después un tipo en chándal se acercó a Will un día que estaban jugando en la cancha del barrio. Le dijo que con su potencial podría jugar en un buen equipo, en una buena escuela. Que le darían una beca para que su familia no se preocupase por el dinero, que le pagarían la mitad de la matricula cada año, y podría jugar al baloncesto en un equipo de verdad. El paquete completo, el sueño cumplido. Joe se despertó de golpe.


Al día siguiente pensó en Will varias veces. Pensó que seguro que habría aceptado, pensó que su madre se alegraría de saber que iba a estudiar en una buena escuela, pensó en cómo iba a pagar la otra mitad de la matricula. Pensó que quizá Will se lesionara como le pasó a aquel otro chaval, que finalmente la escuela no querría a un mal estudiante que además no podía jugar bien al baloncesto. Se planteó si eso sería bueno para él, a la larga. Al día siguiente su sueño le perseguía. Su cabeza planteaba varios escenarios posibles, sabía que sería imposible saber qué había ocurrido con Will, pero Joe esperaba encontrar una salida en la que su propio razonamiento le asegurara que había podido acabar bien.
La primera opción era clara: tras su ingreso, Will no había sido capaz de acostumbrarse a una escuela de mayoría blanca de otra clase social, y lo había dejado antes de que pudieran plantearse problemas mayores. De vuelta a su vida normal, disfrutando del baloncesto callejero, habría retomado su sufrimiento en las aulas y su dominio de los patios. Sin embargo a Joe no le gustaba la idea de que Will dejara escapar una oportunidad de ese calibre así como así. Ni creía que fuera a hacerlo en realidad. Su pasión por el basket era demasiado fuerte, y sabía que no abandonaría tan fácilmente. Ese fracaso le acompañaría siempre, por no hablar de que sus días de suspensos y sus noches de barrio le conducirían con toda probabilidad a una vida problemática, si es que llegaba a cumplir los dieciocho. Descartó esa idea, no era un buen final.
La siguiente idea de Joe fue en dirección opuesta a la primera: Will soportaba la nueva vida, se hacía con las riendas de un mundo que no era el suyo, y mientras tanto disfrutaba jugando al baloncesto. De hecho era la estrella, por qué no. La minoría negra en esas escuelas dominaba en los deportes, eso estaba claro, y desde luego Will era muy bueno. Podía perfectamente haberse convertido en el líder del equipo, ese al que le confían el último balón, el que decide la victoria o la derrota, el que marca la diferencia entre una tarde de perritos y un mal rato que intentar olvidar con rapidez.  Pero los chicos jugaban duro, y no era raro que algunos se lesionasen, incluso de gravedad. Los médicos en esos casos siempre eran muy cautos, los chavales se podían pasar meses sin jugar bajo la prescripción de “evitar el mal mayor“. Perderse unos partidos no era nada comparado con arrastrar problemas durante mucho tiempo por causade una mala recuperación. Pero para Will su físico era su beca, su salvoconducto. Sin aportar sus puntos a su equipo, la escuela no sacaba de él nada mas que suspensos y problemas en los pasillos. No tardaría en verse invitado a marchar. Joe desechó en seguida la idea, una lesión sería el fin del sueño de Will, no quería verle sumido en una vuelta a casa en la que el fracaso se uniera a la incapacidad de jugar al baloncesto como antes. Sería aun peor.


No hay comentarios:

Publicar un comentario